Trompo errante el de esta imaginación que vuelca en sí misma toda la acción transcurrida a lo largo de su propia proyección. Gira. Gira y se marea, encontrándose y perdiéndose mil veces por segundo.
Todas las cosas tienen movimiento (decían por ahí) pero esto ya parece un asteroide errante a mil por hora en medio de un Universo ya de por sí trastocado.
Y en su planeta, en su cine privado, un principito vuela y sin moverse llega a tantos lados... Una flor que alimenta su corazón se pudre en el frío del vecindario y las tazas de azucar ya no se multiplican.
Suelta entonces su colectivo imaginario y grita filosofando: ¿Por qué? ¿Para qué? y ¿Cómo?.
Y como nadie responde, él se suelta en su globo rojo y sigue volando....
1 comentario:
esto es hermoso, Cuky... Todos tenemos un globito rojo. Las cosas tienen movimiento porque nosotros lo estamos, porque no podemos quedarnos en silencio viendo caer el cielo. Mientras tanto: volamos. Mientras allá, es decir, acá: estamos.
Te abrazo, pequeño bubulino.
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