viernes, diciembre 16

#9


Te vas derramando en cuentagotas, como una canción que escuché. Sangrás. Sangrás como el perro herido de un callejón sin salida, mordido por las alimañas. Sé que por entre la oscuridad emergés, imitando el baño de luz que el sol regala al llegar cada día. No obstante lo cual tu fé, comienza a renovarse. Tu espalda se yergue y tus ojos divisan de lejos la luz. Vaya alegoría!-pensó Platón- estar en medio del desierto y ver crecer la flor.
Ya hay agua. Y sol. Y oxígeno. Y el mundo (que no es de un solo color). Ya se aproxima a volcarse el vaso. No es borrachera alegre aunque motivos sobren... tampoco es otra cuestión de amor. Es solo voltear la vista atrás, mirar el tiempo que pasó y rescatar que, en fin, faltan nueve días más para descargar tanta opresión...