lunes, diciembre 27

Teorema de Vida sobre el Gris



Está Gris. Se puede distinguir desde aquí todos los blancos y los negros; porque, claro, en el medio de la vida, en el medio de la gente, en la nada existencial, en el todo hiperalucinado, en el claro de luna, en la punta del sol... con las rodillas en la arena o los pies sobre la tierra, con la voz en el aire, con el silencio muy adentro; así, pues, puedo notar claramente que está gris.
Se hamaca, es un péndulo de vida que no lleva a ningún lado, que deambula por el vado y se sumerge en lo profundo del océano mental.
Está gris.... y los colores desteñidos, torturados, mutilados, sentenciados, ya no opinan. Se someten sin opciones a esta cumbre tripartita entre el bien, el centro y el mal.
La fuerza de este ocaso enamorado tan solo consiste en evitar la luz del día, mas también en impedir que se nos venga la noche encima.
Está gris...insoportablemente gris....indefinidamente gris, irresolutamente gris, como quien centra a lo Tell en el punto más minúsculo. Solo que el centro va aumentando.
Y mientras solo quede un limón sin exprimir siempre estará gris. Sí, siempre va a estar gris. Mientras seamos cucarachas antiguas que nada nos pueda matar va a estar gris. Mientras el lado oscuro de la luna no nos lleve, ni la luz que crea nos refleje, va estar gris.
Está gris....MUY.