martes, noviembre 29


Ya pasaron siete años desde este espejo roto,
ya miré porfiado el porvenir.
Multipliqué en fragmentos los desarraigos forzosos...
me acostumbre a la mirada gacha y a resistir.
Proeltarié errante y enjaulado con el corazón roto,
esclavo de todo y todos, hasta esclavo de mí...
me perfumé con el olor barato de los otoños,
como una hoja crepité y me destruí.

Y había olvidado mi cuerpo-fénix,
mi espíritu libre, mi alma invencible,
mi lado humano, mi ser desnudo y vigoroso.
De tanto masturbar el ego de otro
me abandoné a no gemir.

Había olvidado mi melena leonina
(perdida en la maraña de años),
la fiera indómita, la fiebre viva,
De tanto correr en la jungla este Oso
ya ni a los chicos podía divertir.

Y pisé firme. Me decidí. Hoy voy a ser aunque no quierais
Voy a ser porque sí.
Voy a ser, como las nubes y la madre tierra
que viven sin pedir vivir.

lunes, noviembre 21

Mariposa errante

¿Cómo anda tu vida, mariposa errante?
Siento que volaste un día y te perdiste en los albores
de las mañanas tropicales de una ciudad dormida...
¿Dónde resguardas tus colores de la pálida costumbre?
Pienso que no miras en derredor.
Pienso que obnubilas tus ideas, cegándolas al sol...
¿Dónde se amilanan los latidos de tu corazón?
Nunca te he oído tiritando, quejosa de frío;
ni he visto lágrimas que nazcan de vos.

¿Cómo aprendiste a volar, mariposa risueña?
Por más que intento no capto lecciones
ni escribo en el viento, ni entiendo de amor.
¿Dónde se escapan aquellas primaveras
en que sentada mirabas el cielo? ¿y yo?
¿Dónde te espero mariposa pequeña?
Acaso en un árbol que lento creció.
Acaso en las ramas calientes pegadas al sol.