martes, noviembre 29
Ya pasaron siete años desde este espejo roto,
ya miré porfiado el porvenir.
Multipliqué en fragmentos los desarraigos forzosos...
me acostumbre a la mirada gacha y a resistir.
Proeltarié errante y enjaulado con el corazón roto,
esclavo de todo y todos, hasta esclavo de mí...
me perfumé con el olor barato de los otoños,
como una hoja crepité y me destruí.
Y había olvidado mi cuerpo-fénix,
mi espíritu libre, mi alma invencible,
mi lado humano, mi ser desnudo y vigoroso.
De tanto masturbar el ego de otro
me abandoné a no gemir.
Había olvidado mi melena leonina
(perdida en la maraña de años),
la fiera indómita, la fiebre viva,
De tanto correr en la jungla este Oso
ya ni a los chicos podía divertir.
Y pisé firme. Me decidí. Hoy voy a ser aunque no quierais
Voy a ser porque sí.
Voy a ser, como las nubes y la madre tierra
que viven sin pedir vivir.
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