domingo, mayo 19

Todavía diecinueve de mayo

Todavía no te fuiste... todavía estás acá.
Estamos durmiendo en la sala contigua, tu fiebre
es alta, lenta y amenazadora.
Todavía no te fuiste. Todavía estás acá.
Hay un delirio que sale de bocas ajenas,
si repitiera lo que se oye... preferiría no escuchar.
Hay un delirio que queda prensado a tu memoria:
solo vos sabrás lo que soñás y si querrás contarlo.

Estamos durmiendo en la sala contigua, velando
el tiempo suficiente para verte despertar.
Queremos oirte decir los buenos días,
marcar tres y arrancar para el lado más pensado:
el rock de los rockandrolles.
Hay una especie de tiniebla recorriendo el aire,
los ojos no ven más que nublado, vidriosos y mojados.

Suena la alarma y pregunta en medianoche el nombre
de aquel que se acerca en la lista a tu nombre.... aunque estamos
allí no valemos, no somos, no podemos... en vano
pedimos, rogamos, exigimos..... en vano.
Todavía es diecinueve de mayo. El hospital
una especie de campamento privado.

¡DESPIERTA!   

sábado, febrero 16

Una canción por si acaso

Fue el tiempo que se escurrió a cuentagotas por la línea del espacio. Ese tiempo maratonista, corredor en cien metros llanos, que nos envejeció. Nos regaló recuerdos, bastantes recuerdos. Nos dió aromas de guisos y cuentos de medianoche. Calor de hogar. Amor de lazo. Pero todo eso se patinó. Se esfumó muy lentamente en la misma proporción que el tiempo transcurría. Y no lo vimos. No supimos. No quisimos. Nadie sabe bien. Sin embargo, sabremos siempre bien cuánto nos quisimos.

Aquí estamos: llorando el mar y oyendo el silencio. Un dolor perenne nos asecha, nos rodea, nos contiene. Estamos solos y vacíos. Somos un río salado cayendo en cascada desde un montón de ojos.

Es solo una canción por si acaso no llegara a agradecerte todo lo que me has brindado.

lunes, enero 7

Génesis barato e ilustrativo

Te voy a hacer de acero, para que en tu fortaleza sepas sostenerme.
O mejor te haré de arena, para dispersarte en esas horas en que ya no quiero verte.
Te voy a hacer de caramelo, para que endulces con colores los momentos.
O mejor te voy a hacer de peste, para alejarme cuando ya no te aguante presente.

Te voy a hacer de carbón, para dibujar figuras simples en el llano de la calle.
O mejor te hago de nube para recortar tu figura y esfumarte cuando así desee.
Te voy a hacer con centro en el sol, para acobijarme al calor de tus brazos.
O tal vez te haga de luna para llorar de lejos y venerar la soledad distante.

Te voy a hacer de porcelana, para mimarte y protegerte eternamente
o a lo mejor te hago de vidrio marrón para romperte y astillarte sin rencores.
Te voy a hacer con el viejo Sylvapen que cambiaba de colores,
o puedo hacerte en lápiz gris con detalles de gris más fuerte.

Te voy a hacer con una casa en el Edén para visitarte ochenta veces
¿o por qué no un sucuchito en el Ades, y no te pido nunca más tazas de azúcar?
Te voy a hacer de ladrillo para soplar y soplar y que nunca te vueles.
Te voy a hacer de pasto y de madera balsa para derribarte fácilmente.

Te voy a hacer como al Frankenstein que imaginé devorándome a mí mismo.
Te voy a hacer como al Golem que educando, lograre mover por los pasillos.
Te voy a hacer como al Pinocho que inerte nace y se mueve en hilos.
Como al Quijote delirante, que en su locura vence a molinos.