Cuando me llamaron todo era confuso
y apenas atiné a buscarte
despertaste y me miraste reconociéndome
y apenas dí un respiro aliviado.
Hablé de cosas banales, por decir algo
desconociendo que callaría luego.
Corrí por pasillos aletargados
queriendo en mi corrida modificarlos
Yo te ví caer, de pie, como los árboles
con tu temple a mano, seguro y sereno.
Yo callé casi como para siempre
atónito ante la injusta llamada.
Existen ídolos de cartón sobre esta tierra que duran lo que un rayo....
Y existen guerreros de acero que la viven luchando....
A Eric, pájaro de vuelo temprano.
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