domingo, abril 18

Urbano y cultural

Eran diez luces, todas juntas. Todas de cara a mí, haciendo su juego sucio de provocar mi lucidez, mi destelleo, mi momento cumbre. Entonces, solo entonces, supe que era el momento propicio para darme a la fuga en medio de esa inmaculada obra preconcebida dias antes. Y me lancé a por ella. La conseguí, atrapándola en medio del juego, el resto fue simplemente repetirla hasta el hartazgo.

Los gritos del resto reververaron en mis oídos toda la noche. La lluvia que debía haber venido, llegó retrasada y con granizo. Mejor, pensamos: el tipo nos dió su mano eterna. Agradecimos seremos, oh, juremos con gloria vivir.

Y en esta tarde de domingo, pasados de rosca y vendaval, sacude el éxtasis del rock and roll su más alto impacto en la mente de los monos.

Aleluya!!

domingo, abril 11

Leer está de moda

Un amigo me hizo ver este video, se los dejo a todos porque me resulta muy interesante

jueves, abril 8

Hasta tres

Montar el escenario predilecto. Arquear el cuerpo hacia atrás. Tomar el impulso necesario. Es aquí donde sucede el momento más perfectamente urgente y necesario, el decisivo. La oleada de visualizaciones que se entremezclan como en un video del Movie Maker. Barrida ascendente y el viejo muñeco de trapo le cede el paso a aquella noviecita de la infancia. Una lluvia de letras formando el nombre de alguien que vaya a saber uno a quién corresponde. Aquél examen reprobado al responder con incorrección los cambios de estado del agua: de gaseoso a liquido, liquido a sólido y esto se llamaba...¿condensación? no, no era así... EL gol que el certero delantero de área erró bajo los tes palos solo el día de la final. El grito de una mujer atropellada, del gato abandonado, del perro hambriento. El paso de una nube deformándose en el aire. El fin del pocillo de un café tomado. La tapa del diario de ayer.La bolsa que sube y junto a ella la inflación. La triste historia de cinco siglos igual. El fracaso de una vida sin piedad, los hijos que no estudian y el jefe que no para de reprochar.
Ese lapso que sirvió de fuente para la toma de aire, para balancearse nuevamente hacia adelante. Amago de estornudo. No. Un simple paso de aire.

Y aprender a contar hasta tres.