Con esa gracia divina que te sobra,
pasás rauda delante de mis ojos.
El alma se me llena de antojos
y el amor edifica su obra.
Ni sé tu nombre, aún, y ya te busco
debiera preguntarte alguna vez...
sabrás que estoy tan falto de juez
que ya perdí la razón y la memoria.
Apareces y me sonrío por vez primera
como si todo fuera a aprenderse aquí y ahora
como si, en fin, no existiera otra cosa
y fuera un día de primavera.
Ay!, quiero decirte, poder decirte
la dulce imagen que figuré
cuando te vi se fue lo triste
creció a raudales mi poca fé.
pasás rauda delante de mis ojos.
El alma se me llena de antojos
y el amor edifica su obra.
Ni sé tu nombre, aún, y ya te busco
debiera preguntarte alguna vez...
sabrás que estoy tan falto de juez
que ya perdí la razón y la memoria.
Apareces y me sonrío por vez primera
como si todo fuera a aprenderse aquí y ahora
como si, en fin, no existiera otra cosa
y fuera un día de primavera.
Ay!, quiero decirte, poder decirte
la dulce imagen que figuré
cuando te vi se fue lo triste
creció a raudales mi poca fé.