Te voy a hacer de acero, para que en tu fortaleza sepas sostenerme.
O mejor te haré de arena, para dispersarte en esas horas en que ya no quiero verte.
Te voy a hacer de caramelo, para que endulces con colores los momentos.
O mejor te voy a hacer de peste, para alejarme cuando ya no te aguante presente.
Te voy a hacer de carbón, para dibujar figuras simples en el llano de la calle.
O mejor te hago de nube para recortar tu figura y esfumarte cuando así desee.
Te voy a hacer con centro en el sol, para acobijarme al calor de tus brazos.
O tal vez te haga de luna para llorar de lejos y venerar la soledad distante.
Te voy a hacer de porcelana, para mimarte y protegerte eternamente
o a lo mejor te hago de vidrio marrón para romperte y astillarte sin rencores.
Te voy a hacer con el viejo Sylvapen que cambiaba de colores,
o puedo hacerte en lápiz gris con detalles de gris más fuerte.
Te voy a hacer con una casa en el Edén para visitarte ochenta veces
¿o por qué no un sucuchito en el Ades, y no te pido nunca más tazas de azúcar?
Te voy a hacer de ladrillo para soplar y soplar y que nunca te vueles.
Te voy a hacer de pasto y de madera balsa para derribarte fácilmente.
Te voy a hacer como al Frankenstein que imaginé devorándome a mí mismo.
Te voy a hacer como al Golem que educando, lograre mover por los pasillos.
Te voy a hacer como al Pinocho que inerte nace y se mueve en hilos.
Como al Quijote delirante, que en su locura vence a molinos.