¿Dónde iremos a parar la Luna y yo?
Siento que somos marinos de un mismo naufragio,
que hemos servido al amor y que, hundido,
nos ha varado en el centro del agua desnudos y mojados.
¿Dónde iremos a beber la Luna y yo?
Siento que cierran los bares y ella se marcha.
Siento que poco compartiremos,
que cada tanto gimotearemos y nada...
Tan solo me pregunto qué haremos la Luna y yo
ahora que la piel es biodegradable;
los recuerdos, digitales; las almas, inconexas;
las pálidas, costumbre... y apenas si existe el amor.
¿Qué harmeos la Luna y yo,
confinados al destierro, al entierro en carne viva?
¿Qué haremos la Luna y yo
entre tanta opacidad nocturna, entre tantas calles solitarias?
¿De qué reiremos la Luna y yo
ahora que nos hundimos, que nos sumergimos
en esta prisión que nos condena a vivir un tiempo sin amor?
Ella se envuelve en su eclipse, desnuda de tanto en tanto.
Ella al menos se entrega al Sol....